lunes, 13 de junio de 2011

Sindrome Navicular


Por mucho tiempo se le llamó enfermedad del hueso navicular, encasillando el problema solamente al hueso navicular.

Hoy el síndrome navicular se refiere a una condición degenerativa dentro del aparato navicular, el cual incluye múltiples estructuras como el hueso navicular, los ligamentos que lo soportan, la bolsa navicular y al tendón flexor digital profundo, el cual cruza detrás del hueso navicular, para insertarse en la tercera falange

El síndrome navicular es una de las mayores causas de cojeras en los caballos.

En la mayoría de los casos afecta a ambos miembros anteriores.


Dependiendo del grado de dolor, el caballo puede demostrar diferentes signos:

  • Presentar una cojera en frío al salir de la pesebrera o al comenzar a entrenar.
  • En reposo el caballo cambia de apoyo de una mano a otra buscando alivio.
  • Al trotar el caballo pierde el ritmo. Empieza a realizar pasos más cortos sobretodo en bajadas ya que aumenta la presión sobre el aparato navicular.
  • El caballo puede negarse a realizar determinados trabajos o ejercicios que antes le gustaban.
  • Al trabajar el caballo puede empezar con movimientos de la cabeza o cola manifestando disconformidad.
  • El jinete siente mayor dificultad para detener al caballo y éste se apoya más contra el bocado.
  • Al trotar en círculo se acentúa la molestia o claudicación.

Los caballos con mayor riesgo son:

§ Aquellos que han heredado cierta conformación, tal como tener cascos pequeños acorde a la masa corporal, tener cuartillas rectas o caballos de talones angostos, los cuales tienen una pobre amortiguación en el momento de apoyar el casco.

§ Caballos mal aplomados con un eje no paralelo entre la cuartilla y la pared del casco. Cuando el eje está quebrado hacia atrás se amplifica el stress o presión sobre el aparato navicular. Normalmente se debe a caballos bajos de talones o cascos muy largos (a nivel del dedo). Alrededor del 70% de los caballos diagnosticados con síndrome navicular están en esta situación.

  • Los caballos sometidos a deportes donde el impacto de los cascos es grande, por ejemplo, los caballos de salto.
  • Los caballos trabajados normalmente en superficies duras son otro grupo de alto riesgo.
  • Ciertas razas son más susceptibles que otras, por ejemplo, los caballos Chilenos, Cuartos de Milla, Fina Sangre de Carrera y de tipo Salto. Por otro lado, es raro ver un caballo árabe con síndrome navicular.

Este síndrome típicamente aparece en caballos entre 7 a 14 años, pudiendo presentarse antes en caballos sometidos al stress deportivo.

Diagnóstico.

Para el diagnóstico hay que observar la presencia de los signos clínicos antes mencionados.

Se puede realizar diferentes exámenes para aumentar la cojera y evaluar el tipo de ésta.

Para localizar el área de dolor se puede bloquear con anestesia local los nervios palmar digital lateral y medial a nivel de cuartilla. Este método es menos específico que al anestesiar directamente dentro de la articulación del casco.

Frecuentemente al bloquear la mano de la cual claudica el caballo, éste empieza a claudicar de la otra, ya que como se dijo antes, hay normalmente dolor en ambas manos.

El próximo paso es identificar la zona lesionada, que puede ser el hueso navicular, los ligamentos que lo sostienen, la bolsa navicular o el tendón flexor digital profundo que se inserta en la tercera falange.

Los exámenes a realizar son radiografía, ecografía y como una muy buena ayuda pero también muy cara, la resonancia nuclear magnética.

Tratamiento.

El tratamiento general para todos los caballos es despalmar en forma correcta los cascos y mantener el eje de la cuartilla con la pared del casco en forma paralela. De esta forma el tendón flexor profundo no estará presionando a la bolsa navicular ni al hueso navicular. Además, se debe mantener el balance de cada casco, es decir, que la pared medial y lateral tengan la misma altura. El impacto del casco al suelo debe ser simétrico para evitar el exceso de tensión sobre algunos tendones o ligamentos.

Se debe incluir dentro del tratamiento el uso de herrajes correctivos si es que fuera necesario.

El tratamiento medicamentoso va a ser diferente dependiendo de la zona lesionada y del tipo de lesión. Por ejemplo, en caso de estar afectado el tendón flexor profundo se podría indicar una inyección local con un antiinflamatorio y el caballo queda en reposo. En cambio, en caso de estar afectado el hueso navicular se podría indicar algún medicamento que promueva la circulación a nivel de cascos como Isoxsuprine o Pentoxifilina dados en forma oral. En este caso es importante que realicen ejercicio.

Existen diferentes tratamientos médicos con los cuales se puede manejar este síndrome.